¿Por qué comprar seguidores no es una buena idea?
La compra-venta de seguidores falsos en Instagram, Twitter,... está a la orden del día. Es un mercado en expansión y por un módico precio, es posible comprar miles de seguidores para inflar las estadísticas de nuestra cuenta.
¿Qué ocurre si te sientes tentado con la idea de engrosar tu número de seguidores en las Redes Sociales con la “compra de seguidores” ?.
Las consecuencias de utilizar un Bot son drásticas y tu perfil puede ser eliminado en cuestión de momentos y más aún:
Sin interacción no hay comunidad, estos seguidores no le darán me gusta a ninguna de tus publicaciones y no escribirán ningún comentario. ¿De qué te sirve tener millones de seguidores que no son tu público objetivo?. Nunca se sentirán involucrados con tu marca. Son solo “fantasmas”.
Pones en riesgo la integridad de tu marca, si compras seguidores y tus verdaderos clientes se enteran, ¿Tus seguidores reales podrán confiar en ti después de hacerlo? y lo peor, ¿Crees que las marcas contratan un “influencer” a ciegas?.
Los profesionales del Marketing invertimos mucho tiempo y dinero en formación y experiencia. Es muy fácil detectar perfiles “falsos” en las Redes Sociales.
¿Qué es más valioso para tu negocio?, tener 1MM de seguidores falsos o 1000 seguidores reales que comenten tus publicaciones y posiblemente las compartan en sus propias redes.
¿Por qué la gente compra seguidores falsos?
Por la falsa creencia “Si tiene tantos seguidores, deben seguirte”. Este comportamiento es común en redes sociales.
Algunas marcas y personajes políticos tiene un aumento de seguidores exagerado en los días previos a un lanzamiento o una campaña. Otra falsa creencia, tener muchos seguidores da buena imagen a cualquiera.
¿Cómo reconocer a los seguidores falsos?
Si la cuenta aún tiene la imagen predeterminada, probablemente será falsa. La foto de perfil es uno de los elementos principales de cualquier red social. Muchos utilizan alguna foto con paisajes, personajes famosos o no.
Una cuenta con miles de seguidores y pocos likes.
Debe resultarte extraño que no haya información en la biografía. En general, todos escribirmos quiénes somos, a qué nos dedicamos o por qué estamos en esa red social.
Los seguidores falsos no publican contenido y si lo publican, no tiene sustancia. Sus dueños abren el perfil, hacen follows y unfollows, y se olvidan de esas cuentas.
Tener miles de seguidores con 2 ó 3 post. Indicativo claro que es un seguidor falso.
Los que se dedican a vender seguidores falsos usan a los robots para seguir a muchas personas a la vez. Por eso estos perfiles suelen seguir a muchísimos usuarios.
Si al instante de publicar un tuit tenemos una respuesta, algo falla. Nadie puede escribir nada, ni siquiera 140 caracteres, en tan poco tiempo. Algunos robots están programados para responder a tuits que contengan alguna palabra clave. ¡Cuidado con ellos!
Pedimos la opinión de un experto, el especialista en regulaciones del mundo digital - Celis Guevara Wazzan | @legalydigital y esto fue lo que dijo:
"Sorprende ver cuentas en redes sociales con miles de seguidores en apenas días o semanas de haber sido creadas, y en muchas ocasiones no se aprecia en dichas cuentas contenido que justifique tal cantidad de adeptos.
Y es que la euforia por tener seguidores ha desencadenado dos prácticas en el mundo de las redes sociales: la compra de seguidores y el uso de robots (programas informáticos) para sumar gente (o cuentas) y mostrarnos como poseedores de una “gran comunidad”.
¿Por qué los llamo “falsos seguidores”? Porque no se han incorporado a nuestra comunidad digital en forma voluntaria, espontánea, orgánica (como dirían los expertos en social media) es decir: interesados en nuestro contenido, nuestras publicaciones.
¿Y por qué o para qué interesan falsos seguidores? Muchos pueden ser los motivos o intenciones, desde personales hasta comerciales, cuestionables o no desde distintos órdenes, pero me voy a pronunciar aquí sobre la legalidad de esa conducta.
Desde el mismo momento en que abrimos una cuenta en cualquiera de las redes sociales, aceptamos sus términos y condiciones de uso. Ese texto que solemos no leer, es el que contiene las reglas a cuyo cumplimiento nos sometemos voluntariamente si queremos disfrutar del servicio. Se trata de un contrato de adhesión, es decir, aquél en el que una sola de las partes (la red social en este caso) fija todo el clausulado, dejándonos sólo la decisión de aceptarlo (adherirnos) o rechazarlo. Y esto lo menciono porque en esos términos y condiciones casi todas las redes sociales prohíben de alguna manera la creación de falsas comunidades, bien porque prohíben expresamente la compra de seguidores o de cuentas abultadas (como Instagram, por ejemplo), o porque prohíben el uso de sistemas automatizados para añadir seguidores.
En el caso particular de la legislación venezolana, existen numerosas leyes que regulan nuestra conducta en el mundo digital, especialmente en lo que se refiere a la oferta engañosa realizada mediante mecanismos informáticos, como las redes sociales.
Y es que una cuenta con seguidores falsos (independientemente de la cantidad) pudiera en determinadas circunstancias considerarse como una oferta engañosa, pues genera una errónea percepción de la realidad, creando en la mente del visitante o público en general, una falsa sensación de interés de las demás personas en esa cuenta. Más aún si existe la intencionalidad de crear esa falsa percepción con fines comerciales (incremento de ventas, publicidad, etc.) o con cualquier otro fin que implique alguna ventaja o provecho para quien realiza la conducta. Claro que cada caso debe ser estudiado y analizado individualmente.
Por ello, la recomendación es la de crecer en redes sociales con seguidores naturales, voluntarios, que realmente se interesen por nuestro contenido. No solo por un tema de legalidad que lo hay, sino en beneficio de nuestras propias cuentas e incluso de nuestro emprendimiento o negocio, si es el caso; pues solo así sabrás que te estás dirigiendo a la audiencia correcta".
